Es importante no confundir ser una persona creativa con ser innovador, éste último concreta y aplica las ideas, por ejemplo, obras de artes, negocios, procesos, etc; no se queda simplemente en la imaginación, le da vida y sentido real a éstas.
En términos empresariales innovar es algo que no se ve a menudo, ya que muchos por miedo al riesgo e inversión no se atreven a generar cosas nuevas. La comodidad de seguir con lo ya establecido es el enemigo de la innovación. Pero esta actitud de enfrentar los negocios también tiene complicaciones, ya que la falta de innovación y riesgo pueden acabar con una compañía.
Hoy en día existe mucha competencia, por eso, los mercados actuales deben proyectarse de manera constante y es ahí donde la innovación es el mejor recurso de sobrevivencia y perduración en el tiempo.
Los innovadores están abiertos al mundo, ponen en práctica los cambios. En el libro "The Innovator’s DNA" se señala que hay ciertas características que maneja un innovador como: asociar, preguntar, observar, experimentar y descubrir.
La innovación es una excelente forma de superar la competencia, moverse a la cabeza de la industria y lo más trascendental, establecer nuevas formas de fortificar los márgenes de utilidad y agrandar las entradas de dinero. Se trata de un factor determinante y central del éxito y fracaso en el largo plazo de las empresas.